«El porcelánico, perfecto para las cocinas outdoor. Además, descubre los materiales menos recomendables»
Las cocinas de exterior están emergiendo como una tendencia que transforma por completo el aspecto y la funcionalidad de los jardines. Más que simples áreas de preparación de alimentos al aire libre, estas cocinas representan un estilo de vida en el que la cocina y el entretenimiento se fusionan en un espacio único y acogedor. Con características que van desde parrillas de última generación hasta elegantes barras de bar y áreas de comedor al aire libre, las cocinas de exterior añaden un toque de sofisticación y comodidad a cualquier entorno exterior. Además de ser prácticas y funcionales, estas cocinas se han convertido en una extensión del estilo de vida contemporáneo, permitiendo a los propietarios disfrutar al máximo de sus espacios al aire libre mientras crean recuerdos inolvidables con amigos y familiares.
En el segmento de las cocinas outdoor, los materiales son la clave. Estas cocinas pueden estar más o menos expuestas a la intemperie pero, en general, son cocinas que deben estar preparadas para sufrir la agresión de la lluvia, el sol, el viento…Las cocinas de exterior de Saitra se construyen con un armazón íntegramente construido en aluminio y con opción de exteriores en porcelánicos.
Las características a considerar al elegir un material para su cocina exterior son tres: deben ser fáciles de limpiar, requerir un mantenimiento mínimo y ofrecer una variedad de opciones de color y estilo. Más importante aún, como comentamos antes, los mejores resistirán diferentes climas y condiciones meteorológicas adversas. Estos aspectos son muy importantes.
Los porcelánicos emergen como la elección ideal para revestir las cocinas de exterior, ofreciendo una combinación incomparable de durabilidad, resistencia y estética. Este material es altamente resistente a los elementos externos, incluyendo la humedad, los cambios de temperatura y los rayos UV, lo que lo hace perfecto para su uso en áreas exteriores expuestas a condiciones climáticas adversas. Además, los porcelánicos vienen en una amplia variedad de diseños, texturas y colores que pueden adaptarse a cualquier estilo de decoración de exterior, desde lo rústico hasta lo moderno.
La versatilidad de los porcelánicos también es un factor a tener en cuenta, ya que pueden imitar otros materiales como la madera, la piedra o el hormigón, ofreciendo una apariencia auténtica sin los inconvenientes asociados con estos materiales naturales. Además, los porcelánicos son fáciles de limpiar y mantener, lo que los convierte en una opción práctica y de bajo mantenimiento para las cocinas al aire libre.
En las cocinas outdoor diseñadas y fabricadas por Saitra se aplica el material porcelánico para revestir todo el mobiliario mientras que los interiores de armarios se fabrican en aluminio negro que pueden estar perfectamente combinados con el cajón, exclusivo de Saitra, V8 Nero.
¿QUÉ MATERIALES NO SON RECOMENDADOS PARA UNA COCINA EXTERIOR?
Al contrario de lo que pueda parecer, hay materiales aparentemente fuertes que no son recomendables para una cocina outdoor. Por ejemplo, la piedra porosa; Algunos tipos de piedra porosa, como el mármol o el travertino, pueden absorber la humedad y mancharse fácilmente con el tiempo. Es preferible optar por piedras selladas o porcelánicos que sean más resistentes a las manchas y la humedad.
Algunos metales, como el acero sin revestir o el hierro forjado, son propensos a la corrosión cuando se exponen a la humedad y los elementos. Es importante elegir metales resistentes a la corrosión, como el acero inoxidable o el aluminio, para evitar problemas de deterioro.
Tampoco debemos olvidarnos de los materiales sensibles al agua: Materiales como el papel, el cartón yeso, el yeso y algunos tipos de laminados pueden dañarse fácilmente por la exposición al agua y la humedad. Estos materiales tienden a hincharse, deformarse o desintegrarse cuando están expuestos a la intemperie.
Sin olvidarnos de la madera sin tratar. La madera sin tratar es susceptible al deterioro causado por la humedad, la lluvia y la exposición al sol. A menos que esté adecuadamente tratada y sellada para resistir las condiciones exteriores, la madera puede pudrirse, deformarse o decolorarse con el tiempo